Después de 3 años de duro trabajo, por fin la organización de la Everest Trail Race by The Element ha logrado lo soñado: encontrar un nuevo recorrido por zonas menos turísticas -y más estos últimos días, después de tanta polémica con la montaña más alta del mundo-. La carrera cambiará las típicas rutas por algo realmente único y llegará a zonas más salvajes. Así lo ha podido anunciar el director de la carrera Jordi Abad y los corredores del equipo The Elements Anna Comet, Manu Vilaseca (segunda clasificada el año pasado) y Gerard "Blacky" Morales, que se incorpora al equipo.
AUMENTO DE LA DIFICULTAD
Como hemos dicho, al pasar por zonas más turísticas, los corredores podían reforzarse en los poblados comprando diferentes productos, como bebidas o barritas energéticas y volver a cargar las pilas para terminar la carrera. Ahora, esta carrera pondrá más a prueba, si es que se puede, a los atletas que se atrevan en esta gran experiencia.
LOS CAMBIOS
La salida de la primera etapa será a 2.800 metros de altitud, mientras que en los otros años se empezaba a 1.800. También se correrán 23 km por encima de los 3.800 y 4.100 m., algo realmente único. Para terminar, en la penúltima etapa se correrá 19 km en el corazón del Himalaya entre 3.800 y los 4.100 metros. Un grado muy elevado de dificultad, que para no arriesgar, los corredores siempre estarán geolocalizados.
En esta reformada carrera, la Everest Trail Race by The Elements tendrá 12 km más de distancia que las ediciones anteriores. Un plus que además contará con 500 metros más de desnivel acumulado. Si sumamos todas las 6 etapas, estas sumarán 170 km con 26.000 km de desnivel acumulado, 13.500 metros positivos. Además, el techo de la carrera estará en los 4.104 metros de altitud.
RESPETANDO LO ESENCIAL
La organización seguirá montando un campamento para el final de cada etapa, respetando siempre que este punto esté más bajo que la cota máxima alcanzada durante la jornada.
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