Kilian Jornet regresa del Everest sin haber podido culminar el ascenso a la montaña más alta del mundo. Las malas condiciones en el tramo final de la expedición les han impedido poder realizar la tentativa de ascenso de la cara Norte del Everest.
Según explicaba Jornet: “Las primeras semanas estuvimos aclimatando muy bien y con buenas condiciones. Sin embargo, cuando empezábamos a estar listos para preparar la tentativa el tiempo empezó a cambiar. Hubo varias precipitaciones que dejaron fuertes nevadas y una acumulación de nieve importante. Así, aunque nosotros nos encontrábamos bien físicamente había mucho peligro de avalanchas y nos era imposible poder ascender en condiciones de seguridad óptimas”
A pesar de la imposibilidad de llevar a cabo el reto, Jornet está satisfecho con la experiencia. “Hay un poco de frustración porque estamos bien aclimatados y las sensaciones son buenas, pero suponía exponerse demasiado si lo intentábamos. De todas formas estamos contentos porque ha sido una experiencia muy positiva donde hemos aprendido mucho. Estar solos en el Everest es una cosa increíble ya que no había ninguna otra expedición. Ahora volveremos a casa, para recuperar y plantearnos el futuro. Creo que sí que volveremos, seguramente cambiaremos algunas cosas pero nos llevamos una gran experiencia y un buen aprendizaje para la próxima”.
Así, después de haber estado tres semanas en el campo base de la cara Norte del Everest (6.000 m) aclimatando y preparándose para intentar el reto de ascenso a la montaña más alta del mundo, Jornet y su equipo aplazan el reto del Everest para una nueva campaña. Kilian Jornet pretendía, con este reto, completar el proyecto de Summits of My Life, que desde 2012 le ha llevado a batir récords de ascenso y descenso en montañas alrededor del planeta.
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