Nanga Parbat, arranca el penúltimo reto del ochomilismo invernal

Jorge Millaruelo - @jmillaruelo21/12/2015
©Wikimedia
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Hoy arranca el invierno y con él la temporada en la que cinco expediciones intentarán conquistar la última montaña de 8.000 metros virgen en invierno con permiso del K2, al que nadie acudirá. Nunca antes tantos grupos diferentes habían intentado un ochomil en la estación más fría y se espera, por lo tanto, un emocionante desenlace de las ascensiones que se sucederán hasta el 21 de marzo.

La cuestión de la fecha ya ha sido motivo de los primeros conflictos. Si la mayoría asumen que no se debe llegar al campo base hasta el 21 de diciembre, el equipo polaco ‘Nanga Dream - Justice for all’ -nombre en recuerdo de los asesinados en la montaña en 2013 tras un ataque talibán- llegó el pasado miércoles al CB de Lattabo tras aclimatar en el mismo Pakistán, aunque hasta hoy no ha empezado a arañar metros a la montaña.

En la historia del penúltimo reto del ochomilismo invernal quedan atrás 27 años en los que ha habido 25 intentos al Nanga Parbat –el ochomil más intentado en invierno-, sobretodo de expediciones polacas. Es, además, el coloso que más víctimas se cobró durante los primeros años de la conquista de los ochomiles, cuando la Alemania nazi consideró una cuestión de honor su conquista. En solo dos expediciones (1934 y 1937), el Nanga Parbat se cobró la vida de 26 alpinistas y porteadores.

Por la ruta Schell
Los polacos serán los únicos que lo intentarán desde la cara Sur de la montaña. Su orientación y el hecho de que el CB se sitúe a sólo 3.800 m, hacen de la Rupal un espacio más acogedor que la Diamir, aunque con otras dificultades. Para el equipo, que lidera Marek Klonowski, será el sexto intento y con toda probabilidad volverán a emplear la ruta Schell, que si bien no entraña especiales peligros hasta los 7.000 metros, cuenta con una travesía final de 1 kilómetros por encima de los 8.000 que obliga a realizar, por lo menos, un peligroso vivac por encima de la conocida como ’zona de la muerte'.

La línea de Messner
Dos expediciones se encontrarán en la ruta que Reinhold Messner y Hanspeter Eisendle abrieron en la vertiente del Diamir en el año 2000.

Por un lado, el polaco Tomek Mackiewicz y la francesa Elisabeth Revol repetirán el buen intento que el pasado año les llevó por encima de los 7.800 m. Podrían ir acompañados en esta ocasión de Ahmed Arsalan, tal y como informa Altitude Pakistan. Por el otro, el italiano Simone Moro –con tres primeras invernales a ochomiles (Shisha Pangma, Makalu y Gasherbrum II) en su libreta-, que ya intentó la misma ruta en 2012 junto a Denis Urubko, viajó a Pakistan el pasado día 10, donde está aclimatando junto a su compatriota Tamara Lunger, con la que el pasado año intentaron el Manaslu.

No sería descabellado pensar en la colaboración entre ambos grupos con un objetivo común.

La vía Kinshofer
Otros dos equipos, que han aclimatado en los Andes, se encaramarán a la conocida como vía Kinshofer, la más habitual desde la vertiente Diamir que, a pesar de contar con importantes dificultades en los tramos iniciales, guarda un final menos peligroso que el de la ruta Schell.

En primer lugar la expedición internacional en la que participa Alex Txikon, y de la que forman parte otros nombres importantes como Daniele Nardi, Ali ‘Sadpara’ y Janusz Golab –después de que Ferrán Latorre se borrara-. Los cuatro alpinistas pretenden “redondear” el trabajo realizado el pasado invierno cuando erraron en el trazado cuando estaban a 300 metros de la cima.

El último en apuntarse a la fiesta invernal del Nanga Parbat ha sido el fortísimo Adam Bielecki, que también irá por la Kinshofer. El polaco cuenta con dos primeras ascensiones a ochomiles en invierno (Gasherbrum y Broad Peak) y compartirá la expedición con su compatriota Jacek Czech.

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