Más pájaro que humano

Redacción OutdoorActual06/09/2011

La vida del estadounidense Jeb Corlis está ligada de manera irreversible al Salto Base y al traje aéreo desde que en 1997, con tan solo 21 años, realizó su primer Salto Base. Desde entonces no ha parado y, de hecho, ha evolucionado hacia el traje aéreo, algo parecido al salto base pero con un traje específico que, gracias a su resistencia al aire, permite planear a velocidades cercanas a los 200 km/h.

De todos modos, y como cabría esperar, su carrera no ha sido una inmaculada lista de saltos perfectos. Ya en 1999, poco después de haber empezado con el tema, en un salto en África, se comió literalmente una cascada de agua y ser rompió la columna vertebral en tres secciones, amén de varias costillas trituradas. Resultado: varios meses en la cama de un hospital que, sin embargo no sirvieron para quitarle las ganas de seguir desafiando a la gravedad.

De hecho, la experiencia más dura de su vida vino cuatro años después, cuando en 2003, él y su amigo Dwain Weston quisieron convertirse en el primer dúo en pasar, al mismo tiempo, por encima y por debajo del puente más alto de Colorado. Algo fallo y Corlis vio en vivo y en directo, y desde el aire, como su compañero se estampaba contra el puente y fallecía al momento.

El accidente no supuso un punto final para Corlis, pero desde entonces prefiere volar sólo. De esta manera ha conseguido algunas de sus grandes gestas, como lanzarse desde la Torre Eiffel, las Torres Petronas o la Space Needle de Seattle, así como sobrevolar, rozando el suelo, el Cristo Redentor de Rio de janeiro o una de las afiladas aristas del Cervino.

Además de por su obvio valor estético, Corlis escogió el Cervino para su gran salto con traje aéreo porque en Estados Unidos este tipo de actividades está mucho más restringida. De hecho, el saltador tuvo que enfrentarse a un juicio por intentar saltar desde el Empire State de Nueva York. Pese a una inicial sentencia condenatoria, Corlis terminó absuelto, aunque no podrá poner un pie nunca más en el emblemático edificio newyorkino.

Y ahora, basta de palabras. Simplemente, disfruten del vídeo.

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