Fue el pasado 5 de mayo y ha sido desvelado en vísperas del 60º aniversario este miércoles de la conquista del Everest. El paracaidista ruso Valeri Rózov realizó desde esa montaña un salto BASE desde una altura de 7.220 metros sobre el nivel del mar, el más alto registrado hasta el momento.
Rózov, de 48 años y del equipo Red Bull, se preparó más de dos años para llevar a cabo el desafió embutido en un traje aéreo con alas diseñado específicamente para este salto.
El paracaidista y su equipo, que incluía a escaladores profesionales, al equipo de filmación y a serpas, pasaron casi tres semanas en el Himalaya antes del salto
Rózov, famoso por sus numerosos y espectaculares saltos en distintos puntos del planeta, voló durante casi un minuto a una velocidad de aproximadamente 200 kilómetros por hora a lo largo de la pared norte de la montaña más alta del mundo antes de aterrizar con éxito en el
Información del Diario de Noticias
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