Faltan pocas semanas para que la primavera abra una de las temporadas de ascensión más extrañas de los últimos años en el Everest (8848 m.). El conflicto -con un fuerte componente laboral- entre la comunidad sherpa y los operadores turísticos sigue latente tras el accidente que se llevó el año pasado a 16 porteadores cuando equipaban, fijando cuerdas y escaleras, el primer tramo de la vía normal al techo del planeta, la denominada cascada de hielo del Khumbu.
Este malestar, que ya explotó en 2013 en forma de trifulca entre sherpas y alpinistas, unido a los constantes cambios en la reglas para los permisos de ascensión, la inestabilidad meteorológica y a temas de seguridad pública provocaron que algunas agencias cancelaran sus expediciones para este año.
Con este panorama, el gobierno de Nepal ha decidido tener un gesto con operadores y sherpas cambiando la ruta normal por una nueva que transcurre por la parte central del valle, menos expuesta a las avalanchas. "Creemos que el riesgo de aludes en la parte izquierda de la cascada del Khumbu está creciendo y hemos movido la ruta hacia el centro, donde casi no hay tal peligro", confirmó Ang Dorji Sherpa, presidente de la Comisión para el Control de la Contaminación de Sagarmatha.
El nuevo itinerario, en el que ya están trabajando, se utilizaba en la década de 1990 antes de que se cambiara por el del ‘hombro oeste’. Es más difícil y largo pero será la principal opción para ascender al Everest desde Nepal este 2015.
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