El campo base del Nanga Parbat está que echa humo –a pesar de que la temperatura por la noche puede llegar a los -20ºC-. En la vertiente Diamir, la expedición de Daniele Nardi, Tomek Mackiewicz y Elisabeth Revol vive días convulsos.
Tal y como informa Altitude Pakistan, el polaco y la francesa realizaron un largo ataque que les ha llevado a superar los 7800 metros, la segunda cota más alta en la historia de la escalada invernal a ‘la montaña asesina’ tras la incursión polaca (Zbigniew Trzmiel) de 1997. Sin embargo Nardi, jefe de la expedición, no quedó satisfecho con el comportamiento de sus compañeros que subieron sin radio a pesar de las recomendaciones realizadas desde el CB. Esto, unido al hecho de que realizaran un supuesto ataque a la cumbre sin contar con el italiano, le llevó a expulsarlos oficialmente de la expedición el pasado jueves 15 de enero, aunque les seguirá ofreciendo su ayuda en caso de emergencia.
Nanga Parbat Winter Expedition 2015 from Portal Górski on Vimeo.
Tras la expulsión llegaron momentos de angustia. Tras diez días en la montaña, Tomek Mackiewicz y Elisabeth Revol comunicaron el pasado viernes al equipo local en Polonia y al marido de la francesa que descendían desde el campo 4 (7000 m.). Tardaron más tiempo del previsto ya que llegaron esta misma mañana tal y como ha informado el equipo de Daniele Nardi. Están bien, aunque Tomek tiene dolor en una pierna producto de su caída en una grieta.
El desencuentro no ha paralizado al alpinista italiano que ha continuado con su aclimatación en el que es su tercer intento invernal por esta vertiente del Nanga Parbat. Con él se encuentra su compatriota Roberto Delle Monache y el fotógrafo Francesco Santini. Ya han llegado hasta el campo 2, debajo del espolón Mummery, y hoy ha salido otra vez para continuar ascendiendo.
La cara Diamir, concurrida este invierno
Dos expediciones más llegarán empezarán a trabajar en las próximas horas la cara Diamir del Nanga Parbat: por un lado la del vasco Alex Txikon, que irá acompañado por dos alpinistas pakistanís, y por el otro un equipo iraní compuesto por Reza Bahadorani, Iraj Maani and Mahmoud Hashemi.
La actividad en la vertiente Rupal
Mientras tanto, en otra de las caras de la montaña, un equipo ruso (Nickolay Totmjanin, Valery Shamalo, Serguey Kondrashkin y Victor Koval) ya ha instalado el campo 1 (5250 m.) y ha continuado hasta los 5900 m. en la ruta Schell. La progresión es difícil ya que el recorrido está expuesto a un alto riesgo de aludes. “En el verano de los guías locales quitaron todas las cuerdas de anteriores expediciones y sólo encontramos un gancho. El recorrido tiene además un fuerte riesgo de aludes”, comunicaron desde el campo base.
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