Para los que nunca hayáis estado en Kalymnos os diremos que es un paraíso para la escalada, una visita obligada para todo apasionado de la progresión vertical. Esta isla, la quinta en tamaño del Dodecaneso griego, ha sabido aprovechar el tirón turístico y económico de este deporte en auge y ha encontrado en el festival su mejor ventana al mundo, labor en la que el alpinista Simone Moro tiene mucho que ver.
Este año el The North Face Kalymnos Climbing Festival, que está teniendo lugar entre el 10 y el 13 de octubre, ha demostrado que sigue creciendo tanto en cantidad como en calidad. Si el año pasado eran 300 los participantes de la modalidad open, el BIG Marathon, este año la cifra se ha ampliado hasta los 540. También crece el programa de actividades, con proyecciones y conferencias nocturnas, una competición para distribuidores y prensa especializada y la retransmisión en directo de los mejores momentos grancias al un sistema Live Streaming
Como era de esperar, la sección que más interés ha despertado ha sido la PROject competition, es decir, la prueba en la que entraban en acción algunos los mejores escaladores del mundo. Cuatro vías para los chicos (8a, 8b, 8b+ y 8c+) y otras cuatro para las chicas (7c+, 8a y dos 8b) configuraban el reto del selecto grupo en el que ha brillado con luz propia el alemán Alexander Megos.
Tanto es así que este chico rubio, de 19 años y mirada tímida, completó las cuatro vías propuestas (en tan sólo cinco intentos) durante la primera de los dos sesiones de escalada programadas. Las ilusiones de una competición discutida por parte de la organización y del público fueron pulverizadas por el buen hacer de este discreto escalador al que muchos ya comparan con el checo Adam Ondra. El austriaco Kilian Schubert, que empleó tan sólo un intento más que Megos, el estadounidense Daniel Woods y el esloveno Klemen Becan, con siete intentos cada uno, fueron el resto de escaladores que llegaron al top en las cuatro vías propuestas.
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