Tras el sprint, en el que el bronce de la sub23 Marta García fue lo único reseñable para el combinado estatal, la carrera vertical ha vuelto a colocar a los nuestros esquiadores en lo más alto de la élite internacional en los Campeonatos del Mundo de esquí de montaña. La cronoescalada se celebró ayer, sábado, a las 16 horas en una frenética subida de 847 metros de ascenso que culminaba en Les Ruinettes (2.180m). Gran parte del recorrido recorrió el centro de las calles de Verbier (Suiza) que fue un escenario idílico donde decenas de personas se acercaron a animar a los corredores.
El primer protagonista de la jornada no pudo ser otro que Kilian Jornet. El catalán, que no participó en el estreno de los Mundiales, se impuso sin grandes problemas completando los 847 metros en 39 minutos y 26 segundos. “Correr en Verbier, con la tradición de esquí de montaña que se respira en cada rincón es muy motivador. Estoy muy contento de haber podido revalidar el título en un escenario como este. Ahora tocará pensar en la próxima prueba, para seguir luchando por las medallas”, declaraba tras cruzar la línea de meta que le ha coronado como tetracampeón del Mundo en la modalidad.
Tras él, la revelación de la temporada y el posible relevo generacional de Jornet, el alemán Anton Palzer, entró en la meta 30 segundos más tarde perseguido por el italiano Lorenzo Holzknecht, que fue tercero. Marc Pinsach volvió a rozar el podio y ocupó la quinta plaza, tras ser superado por Werner Marti en el último tramo, mientras que Nil Cardona acabó en la posición 13, su hermano Oriol en la 17 (tercero en la categoría espoir), Miguel Caballero en la 27 y Joan Reyné en la 30.
Laura Orgué desbanca a Laetitia Roux
La alegría española por los resultados, en cierto modo esperados, en la categoría masculina –Kilian Jornet ha ganado todas las carreras verticales internacionales este año- se vio desbordada tras la carrera femenina. La esquiadora de fondo olímpica, Laura Orgué, hizo lo que a estas alturas muchos catalogaban como imposible: vencer a superar a Laetitia Roux, imbatida todavía en la Copa del Mundo 2015.La atleta del Alt Urgell (Lleida), que sólo ha participado –y ganado- en 4 carreras oficiales de esquí de montaña, se distanció con la francesa del resto del grupo y acabó superándola en más de 20 segundos. “Tenía muchas ganas de hacer la carrera porque hace tiempo que tenía en mente que podía hacerlo bien aunque no sea mi deporte. Hacer kilómetros verticales en verano me daba la certeza que desafiar la gravedad era algo en lo que más o menos me defendía. Y el hecho de hacer esquí de fondo en invierno me hacía pensar que sobre los esquís de montaña podría intentar deslizarme de una forma similar. Con estos pensamientos tenía ganas de medirme con el alto nivel de este deporte”, explicaba Laura.
Tras ellas –y un minuto más tarde- llegaba la especialista suiza Victoria Kreuzer. La promesa Axelle Mollaret fue cuarta y la vigatana Clàudia Galicia, quinta. Como es habitual, un gran elenco de esquiadoras españolas entraron entre las 15 primeras: Marta Riba fue 8ª, Gemma Arro 9ª, Marta García 12ª (bronce en sub23) y Nahía Quincoces 13ª.
Francia, Italia y Suiza se reparten los podios entre los más jóvenes
Esta mañana se ha celebrado la carrera vertical en las categorías inferiores en las que la FEDME no está tan bien posicionada como entre los seniors. En cadetes, la victoria ha sido para el italiano Andrea Prandi y la francesa Justine Tonso, mientras que los españoles Pau Coll y Pablo Fernández han sido noveno y decimoquinto respectivamente y Júlia Massagué y Maialen Uriz, séptima y novena.
Entre los juniors, el suizo Rémi Bonnet y Giulia Compagnoni se han hecho con el triunfo. Antonio Alcalde ha sido el mejor español con una meritoria sexta plaza y su compañero Íñigo Martínez de Albornoz ha sido 14º. Entre las chicas, Laura Balet ha esta a punto se sumar la sexta medalla para el equipo estatal pero se ha tenido que conformar con la cuarta posición.
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