Escapada por el norte de Andorra: tres parroquias con encanto

Redacción OutdoorActual06/03/2014
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Los parajes más tranquilos y preservados de Andorra se esconden en los diferentes valles que forman el norte del país, lejos del centro urbano. En este conjunto de pueblos y paisajes es donde se encuentra gran parte de la riqueza histórica y natural de Andorra. Las parroquias (divisiones administrativas) de Canillo, Ordino y la Massana ofrecen infinitas actividades al aire libre para disfrutar de la belleza del entorno. Al mismo tiempo, es una buena oportunidad para descubrir los atractivos culturales del País de los Pirineos.

De ruta por Canillo
Canillo, es la parroquia más extensa de Andorra, situada al noreste del país. Es un lugar perfecto para esquiar en invierno, relajarse o conocer la Andorra más virgen y natural.

Las excursiones con raquetas son muy recomendables para descubrir sus bosques y deleitarse con su silencio. Se pueden hacer rutas en el sector de Canillo en la estación de Grandvalira, o bien por los senderos de fácil acceso como el de Bordes de Envalira, en Soldeu. Otra manera de conocer el paisaje y disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes es recorrer en coche la carretera de El Forn, que va desde Canillo a Prats y sigue hasta los 1.965 metres. La ruta, de unos 4,5 km, permite contemplar el Pico del Casamanya o el Roc del Quer.

El pueblo de Canillo tiene emplazamientos únicos como El Palau de Gel, con una pista olímpica para que patine toda la familia. En el ámbito cultural, destaca el gran valor patrimonial, artístico y arquitectónico de la parroquia, gracias al Museo Itinerante de Canillo. Se trata de un recorrido por 12 monumentos que empieza por la iglesia románica de Sant Joan de Caselles y acaba en el Santuario de Meritxell, pasando por monumentos como la Creu dels Set Braços, de estilo gótico. El itinerario dura unas tres horas a pie, partiendo de Canillo y recorriendo pequeños pueblos como Prats, Meritxell o Molleres.

Escapada a Ordino
En la parroquia de Ordino, situada al noroeste del Principado, las tradiciones y la vida rural conviven con una oferta turística de calidad. Gracias a su proximidad con el sector de Ordino- Arcalís, la estación de Vallnord, propone diferentes rutes de esquí de montaña que atraviesan estanques y circos de origen glacial.

Para descubrir el paisaje de una manera muy original hay las excursiones nocturnas con Gicafer. El Gicafer es un vehículo oruga con capacidad para unas 15 personas. Se adentra por los rincones más inaccesibles de la montaña, por ejemplo, el Puerto del Rat, donde quedan los restos de un proyecto de túnel inacabado que pretendía conectar Andorra con Francia.

Más allá de la nieve, Ordino posee museos tan genuinos como el de la Miniatura, gracias a la colección del mejor micro-miniaturista del mundo, Nicolai Siadristy. Por otro lado, en el pueblo de La Cortinada, se puede visitar el obrador de la primera cerveza artesanal propia de Andorra, la cerveza Alpha, degustando sus diferentes variedades con las amables explicaciones de su responsable, Toni Medina. El pueblo de Ordino, mantiene el encanto de los pueblos típicos de montaña, lleno de casas con tejados de pizarra y ventanas de madera. Se puede visitar la Casa-Museo de Areny-Plandolit, el único ejemplo de casa señorial que se mantiene intacto y nos devuelve al siglo XIX. La parroquia también tiene un peso importante en la ruta del románico de Andorra, con emblemas como la iglesia de Sant Serni de Llorts o el Puente de Ordino.

Conocer La Massana
La Massana es la parroquia con las cimas más altas del país y, por tanto, una buena idea es contemplarla desde algún mirador, como la Roca de la Sabina, en la carretera CS- 520 de Arinsal. Desde este punto, se puede apreciar el pico más alto de Andorra, el Comapedrosa, con 2.942 m.

La Massana está situada en el noroeste, justo debajo de Ordino y próxima a Andorra la Vella. El espectacular teleférico rojo que vincula la Massana con las pistas de Pal ofrece una perspectiva impresionante del paisaje, así como el pueblo de Sispony que tiene como telón de fondo una gran extensión del valle. Para disfrutar de la nieve, el sector Pal-Arinsal de Vallnord ofrece actividades destacadas para realizar en familia como la excursión con mushing, o bien de tipo más motorizado, como los buggies o las motos de nieve.

Respecto a la cultura y la historia, la Massana es el lugar idóneo, junto con Ordino, para descubrir cómo vivió Andorra la industria del hierro gracias a la Farga Rossell, construida en 1842 y que ahora muestra todo el proceso de fabricación en su museo. La visita se puede completar con la Ruta del Hierro en Ordino e iniciar la excursión a la mina de Llorts, de donde se extraían la materia prima.

La Massana también es testimonio del románico, con iglesias situadas en el medio de la naturaleza, por ejemplo, la de San Cristòfol d’ Anyós, del siglo XII, perfecto para dar un paseo por sus alrededores. Para comprender didácticamente la huella románica de Andorra es imprescindible visitar el Centro de Interpretación del Románico situado en Pal.

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